jueves, junio 22, 2006

El agujión

Una de las picaduras más dolorosas del verano puede ser la de avispa, si además levantas un palmo del suelo y tú masa corporal se reduce a 1 kg en bruto, pelo, dientes, y uñas incluidas. Además con el calor estos bichos se posan en el suelo y para un bebé de tres meses es difícil distinguir si son "enemigos" o una piedra del camino. La pobre nena pisó la avispa, la avispa se cabreó, el llanto se podía oir en varios kilómetros a la redonda, mi padre rápido como pocas veces le he visto le arrancó la avispa de encima evitando que le inoculara el veneno a la perrita. Un "amable" señor que pasaba por allí nos dijo: si le ha picado se os va a morir, es un muy pequeña.

Debería en ese momento haberle retorcido el pescuezo como si fuera un pollo de barbacoa, o mejor haberle colocado la avispa en los cataplines, por que mi madre estuvo a punto de desmayarse allí mismo gracias a la contribución de esa persona tan "agradable y simpática". Con el corazón en vilo llamamos al veterinario, quien nos explicó que ese tipo debía ser un amargado o un capullo, y que lo más que iba a tener la perrita era molestias, que únicamente en caso de que se le hinchase lo pasaría mal, no de morirse, pero mal. Gracias a la rapidez de mi padre parece que todo quedó en un picotazo sin veneno, sin embargo gracias al imbécil que nos dijo que se nos iba a morir mi madre apenas ha dormido hoy, y yo tengo el estómago descompuesto. Así le parta un rayo.

Eso si, la perrita está perfectamente aunque ayer se quejaba como un bebé mimoso, y levantaba la patita mirándonos lastimeramente. Hoy ya está corriendo por el jardín, persiguiendo a su hermana felina, y pidiendo jamón, de la jugosa pata que hay en la cocina, a gritos, bueno, a ladriditos.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que haya gilipollas como ese que se consideren seres humanos y que sin embargo para faltar a alguien se emplee la expresión "animal"...
Ya quisieran.

9:55 a. m.  
Blogger Mak said...

Nos puso el corazón en un puño, imagínate el disgusto, a mi madre le salían unos lagrimones como gotas de agüacero. Si lo vuelvo a ver le echo un mal de ojo, por j*p**a!

9:58 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

pero sera joputa!!!!!! hay que tener mala baba para decir eso!!!!
Me alegro de que haya quedado en un 'susto', y al tio ese... grrr
io

10:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya, pobre perrita. Y que le piquen al tipejo ese en los mismísimos cataplines!! Grrr!

A mi perro le han picado un par de veces en el morro, por intentar comerselas. Se le pusieron los mofletes como 5 veces de su tamaño normal, estaba horroroso y quejoso el pobre. Pero nada que con una cucharadita de polaramina en jarabe no pudiera remediar. Preguntad al veterinario cuánto sería la dosis para vuestra pulguilla (en plan cariñoso eh, que no es un insulto) y tenedlo a mano por si acaso, que seguramente la volverán a picar alguna vez.

Mi perro está estupendo, lo único que le molesta es esa capota de lámpara que le han puesto en la cabeza para no morderse la herida, pobre. Mañana ya se lo podemos quitar. ;)

Besos

11:47 a. m.  
Blogger Mak said...

Io, si un capullo el tío, que a lo mejor lo hizo con buena intención pero hay formas de decir las cosas, caray!

Binchita, es una pulguilla, la verdad es la verdad! Pero es másssss monaaaaaaaaaaaaa ;) me alegro que haya salido todo bien con el perro, los pobres lo pasan fatal con el embudo ese que les ponen en la cabeza, se van dando golpes por todas partes. Mañana estará contentísimo. Le comentaré a mi madre lo de la polaramina, gracias ;-)

12:11 p. m.  

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