Vacaciones a la española

Agosto sigue siendo el mes favorito de los españoles para "descansar" del ajetreo de la vida diaria. Claro que lo de descansar es muy relativo. Creo que vuelven más estresados. Eso de levantarse a primera hora para plantar la sombrilla, y tener que hacer acopio de comida en el buffet del desayuno es comenzar el día de una manera muy poco vacacional. Y no digamos de la cantidad de gente que hay en la playa tomando todos el sol a la vez, como sardinas asándose en una parrilla, que si uno se mueve le llena de arena al vecino. ¿Y el agua? parece de lejos que se están cociendo quisquillas de la cantidad de gente que se baña y da saltos al compás de las olas. Extenderse, en esas condiciones, la crema solar con protección + 50 es un acto de valentía, por que sin duda terminarás como una croqueta masticando arena.

¿Y los niños? angelitos ellos, con tanta vitalidad como tienen, corriendo entre la gente levantando dunas de arena, tirando el balón a tú lado para que te llegue más arena, y cayéndose encima tuyo, para terminar de rebozarte, en arena. Divina infancia. Y más te vale sonreir, ya el padre está cabreado por que tiene que jugar con el niño y la parienta le ha hecho levantarse a las siete de la mañana, como cualquier día laborable, para coger sitio en la playa, y además ayer no quiso ponerse protección, que él es muy macho, y se ha quemado hasta el pespunte del bañador. Y mientras, la doña está con sus carnes expandidas por fuera del bikini, dos tallas menor, cual orgulloso muñeco de Michelín controlando la "diversión" del padre con sus retoños, ojeando a la vez cualquier revista del corazón.

En el chiringuito te cobran el triple por una cerveza que nunca está lo suficientemente fría, y te sirven tinto de verano de garrafón, ni siquiera de brik Don Simón. Las patatas fritas suelen estar revenidas, y si te ponen una tapa son cacahuetes del año anterior. A la hora de ir a comer lo mejor es llevarse la visa oro, ya que la temporada de verano es en la que todo el mundo quiere hacer su "agosto", y por una ensalada avinagrada nos podrán cobrar más de quince lindos euros. Los supermercados situados en estas zonas de costa, deberían llamarse "atracomercados", el pan, que te puede salir a precio de baguette francesa comprada en medio de los Campos Eliseos, generalmente es un producto gomoso y masticarlo es un acto de hambre y valor supremos.

A estas alturas, mediadas las vacaciones, el padre de familia va buscando un servicio de crédito inmediato por que se ha dado cuenta que el saldo de la tarjeta está en números rojos, que la cuenta está idem, y que en la cartera le quedan granos de arena. Y no es cuestión de fastidiarle las vacaciones a la parienta, que menuda como se pone. Mejor se pide un crédito con un interés superior al 18% y se sigue gastando como si no hubiera mañana. Lo malo es que mañana llegará, y el resto del año se lo pasarán devolviendo mensualidades abusivas por haber hincado el diente a una paella con el arroz pasado, el vino de garrafón y un apartamento con un sólo baño y de hace unos 30 años sin reformar, pero eso si... en primera línea de playa!

Esos momentos entrañables cuando la familia regresa de la playa y todos a la vez acuden al baño. Ese padre que justo en ese momento siente la necesidad de liberar la opresión que la paella y los tintos de verano le están causando en el bajo vientre. Esa madre que desea lavar a toda la prole, y sólo hay un baño. Esa abuela que necesita pegarse la dentadura postiza en la tranquilidad y soledad del aseo, y no puede por que está lleno de gente. La cocina que es minúscula y sólo tiene dos fuegos, un frigorífico pequeño, y no existe el horno, y ni hablemos del microondas. En las habitaciones no caben dos camas, sólo literas, y la tan ansiada terraza tiene 30 cms de produndida. Pero eso si... en primera línea de playa!

A ver quien es el valiente que les dice que no es un chollo los tres mil euros que han pagado (sólo alojamiento) por quince días, que está en primera línea de playa, que no te enterás!