monday monday

Si hay algo peor que un lunes, es un lunes viernes. A priori puede parecer que no, pero lo es. Tienes que madrugar, con lo que cuesta los lunes, para volver a tener festivo al día siguiente, y por tanto tienes que dejar el trabajo mucho más perfilado, ya que al día siguiente no vas a estar, pero volverás el miércoles y te encontrarás el email lleno de mensajes de gente de otras partes del mundo que no ha tenido festivo y que no llevan muy bien el hecho de que tú no les contestes hasta 24 horas después. Esto significa que aunque saben que no has leido su email te van a mandar un "reminder", y por tanto se va a duplicar tú trabajo de ir cribando emails.

Mañana de nuevo a "descansar" = pasar el polvo, la mopa, la aspiradora, poner lavadora, tender, recoger ropa, planchar, limpiar baños, cocina y armarios si da tiempo. Ir mirando la ropa que va a subir al trastero y comenzar a probarnos la ropa del año anterior y ver lo que nos vale, y lo que definitivamente quemamos en San Juan. Nuevo propósito de hacer más ejercicio, tirar las galletas a la basura en un gesto de suprema valentía y renegar del azúcar una vez más esta semana. Y todo esto gracias a que hace malo, que digo malo, hace espantoso! Viento, lluvia y la amenaza de que esta va a ser la primavera, la que no menciona el Corte Inglés, la de paragüas y frio.

Y los madrileños tienen el agravante de que el 2 de Mayo es el día de la comunidad con lo cual una inmensa mayoría han huido como chinches hacia la playa. Y se encontrarán sumidos en un atasco gigantesco que no se yo si compensa la escapada. Ojito al volante, y volved todos.