lunes, octubre 25, 2004

"El retorno del Jedi..."

Echaba yo de menos mi pinchito de tortilla por las mañanas... lo único que echaba yo de menos de la jornada laboral...

Volver a la oficina... ese lugar de trabajo que es como un segundo hogar, por el tiempo que pasamos allí, no por que no guste, al menos a la mayoría... Esas caras largas de tus compañeros que llevan una semana agobiados por que han tenido que hacer tú trabajo, ese café de máquina asqueroso, ese teléfono que no para de sonar y los clientes te dicen con rechifla: que? Ya se acabó lo bueno? Y te dan ganas de decir: acabarse?? Lo bueno empieza ahora, voy a entrar al despacho del jefe y le voy a decir que me piro! Pero una vez más te acuerdas que esta semana tampoco te ha tocado la primitiva, ni el cuponazo!

Esa mesa llena de papeles, que te espera, te acecha y finalmente caes en ella y no levantas cabeza en un par de horas... hasta que sientes que necesitas respirar. Y es que en tan sólo dos horas ya siente una que no ha estado ni un día de vacaciones...

Además es lunes y como todos los lunes me digo: venga esta semana empezamos a comer bien, a no hacer excesos, a mirar lo del gimnasio, a dormir antes por las noches... y el viernes te acuerdas y dices... el próximo lunes...

Y además estás en la oficina como un mono sabio, por que ya he visto varias meteduras de pata que han cometido en mi ausencia, pero claro, cualquiera les dice algo... encima que han estado liadísimos y justo la peor semana del año y bla bla bla... vamos que acabo de llegar y ya estoy un poco hasta el moño de tener que oir que las han pasado canutas, que pasa? Que ellos no se acuerdan que también cogen vacaciones? O que soy imprescindible? Oñe... pues voy a decirle esto último al jefe a ver si este año por fin se acuerdan que existen las subidas de sueldo por encima del IPC!

Y ahora además me acuerdo de ese atracón de pipas y pistachos y chuches que me dí ayer... que ahora noto como están pegados a mis caderas, cada pipa, cada pistacho, cada regaliz rojo que engullí... los noto ahí pegaditos, apretando el pantalón, riéndose de mí... y me acuerdo que es la última vez... hasta la siguiente claro...

En fin... ahora que me he desahogado vuelvo a mi miserable escritorio de oficina, a mi lunes gris con depresión post-vacacional... y tal vez a un miserable café de máquina a ver si me termino de despertar!