martes, octubre 05, 2004

Letanía matutina...

Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh Dios!!! Tengo que cambiar el maldito canto del gallo del despertador, o un día me infartaré y me incrustaré en el techo de la habitación! Por que suena tan pronto el despertador?? Otro día más a la oficina?? No quierooooooooo!!! Yo quiero ser como la Naomi Campel que dijo un día que no se levanta de la cama por menos de un milloncete de libras esterlinas, no como yo... que no voy a decir por que miseria me arrastro hasta mi “bendito” trabajo... ayssss!

Y lo malo no es sólo el despertador, noooooooo! Otra vez el agua de la ducha sale fría y te cae en el cogote como si fuera un latigazo. Total que te destemplas para el resto de la mañana, y te quedas con un tic que conlleva espasmos, castañetear de dientes y guiño compulsivo de ojos. Además por el frio no tengo muy claro si me he quitado todo el jabón del pelo, bueno... así me lo ahorro en gel...

Y elegir la ropa?? Pero si no tengo nada que ponerme! Día tras día no tengo nada que ponerme, que cruz! Para que limpiaría yo el armario? Seguro que he tirado algo que hoy me pondría... Es que hay que ver, no tengo nada, pero nada de nada que conjunte con los pendientes de color turquesa! Es o no una tragedia? Pues tendré que cambiarme los pendientes y mira que estaba pensando desde ayer que me apetecía ponérmelos, pero claro... como no tengo nada que ponerme!

Cualquier día me corto el pelo, al cero, a lo Roberto Carlos, por que es inhumano pasarse diez minutos desenredándolo, que si, mucho pantene pro-v rizos perfectos y tacto de seda, pero hay que peinarlo, y a ver si el mismísimo Llongueras tiene narices de desenredar mi melena en un solo cepillado... ja!

Vale... ya estoy vestida, mal, por que no tengo nada que ponerme, que cruz... peinada, mal, por que como siempre el pelo se riza a su libre albedrío... y calzada, mal, por que estás dichosas sandalias son las que me hacen rozadura, seguro!

Salgo a la calle y que me encuentro??? Con un viento huracanado que me acaba de desmontar los diez minutos de paciente peinado, me vuelve la tiritona con todos sus tics, por que el vientecillo es ligeramente polar, y encima una bolsa abandonada de basura se me estampa en la cara.... menos mal que todavía no ha llegado la época de maquillarse o parecería ahora mismo un cuadro de Picasso, con el pintalabios en las orejas, el rimel en los morros y le colorete en el cogote!