jueves, septiembre 23, 2004

Chuletón y Coca Cola


Ayer tuve comida de empresa. No me gustan especialmente estos acontecimientos, pero ya que hay que ir de vez cuando, pues bueno, una se prepara para pedir lo más caro de la carta y a sonreir como si fuera boba, mientras piensas en la lista de la compra o en el último capitulo de Friends. Y es que siempre hablan de trabajo, no saben desconectar ni para pedir el primer plato.

La excusa era que tenemos visita de la central de Madrid y claro hay que sacarles de paseo como al perro, por que sino se aburren y molestan mucho. Además te reconocen abiertamente que cuando vienen al norte les gusta darle al diente.

Restaurante típico vascorro con chuletón a la brasa. Pues bueno... si hay que hacer el esfuerzo se hace y tal... Ensaladita, setas y chuletón... Hasta ahí todo bien, nada que objetar. Mi problema viene cuando le oigo decir al jefe que saquen el vino de la casa, y ya me pongo alerta, vino de la casa??? Pero tú sabes lo que estás diciendo? Que el vino de la casa es el don Simón de tetra brik que lo ponen en botella de vidrio verde oscuro y etiqueta del restaurante en cuestión! Hombre por Dios, que menos que pedir un vinito relativamente rico para regar un chuletón! Pues no... vino de la casa.

Y va la visita madrileña y pide coca cola para comer... juro que me agarré a la silla y me mordí la lengua hasta hacerme llagas para no soltar alguna inconveniencia. Coca cola para comer Chuletón! Así que me amargaron la degustación gastronómica. Por que el chuletón estaba más que rico, pero el vino... ay el vino! Y no es lo mismo comer un buen chuletón con agua, que con un buen caldo. Y la visita madrileña bebiendo la coca cola por barriles, y masticando con la boca abierta, me estaba revolviendo el estómago!

Encima de merengues, cocacoleros adictos, eso si que es imperdonable, arderán en el infierno!