martes, noviembre 09, 2004

Baldositas...

Todas nuestras ciudades y pueblos tienen aceras pavimentadas con baldosas, unas con más florituras y otras lisas, de diferente colorido y tamaño. Las baldosas forman parte de nuestra ciudad y casi nunca las prestamos atención, pero hay veces que inevitablemente se convierten en protagonistas durante unos críticos minutos.

Y es que las baldosas de las aceras tienen una curiosa tendencia a estar sueltas. En verano no hay mayor problema que la incomodidad de andar sobre una superficie que oscila ligeramente bajo tus pies. Pero es en otoño, cuando empiezan las lluvias, cuando una se acuerda de los familiares de los de mantenimiento de las calles de nuestras ciudades.

Debajo de las baldosas se depositan sedimentos que cuando llueve se transforman en barro. No es un barro normal, no... es un barro como mínimo radioactivo, negro, espeso, incluso yo diría que oleoso, probablemente debido a la grasita que deja la combustión de los coches y que se va metiendo arteramente bajo la baldosa.

Este barro es capaz de destrozar tú mejor falda o pantalón, y cambiarte el humor en cuestión de segundos. La mancha no sale tan fácilmente, no es cuestión de meter la prenda en la lavadora y olvidarte de ella, no... es cuestión de frotar y refrotar y de encomendarte a la Santa Kalia esa de color rosa que anuncian en la tele que limpia todo, hasta el aceite.

Así que ya tengo anotado en mi mapa mental particular, sobre que puntos de la acera tengo que dar saltitos como si estuviera bailando el break dance, y sobre que lugares puedo intentar caminar medianamente como una persona normal. Y digo medianamente, por que en mi ciudad las baldosas tienen un dibujito que es para torturar a las mujeres que nos ponemos tacones... parezco un pato mareado cada vez que el tacón encaja en una de las filigranas de la dichosa baldosa cuyo dibujo tan sólo existe en mi ciudad... que cruz esto de querer ser diferentes hasta en las malditas baldosas!

Reivindico desde aquí que abandonemos el actual diseño, y pongan baldositas lisas y bien pegadas al suelo, que es como deben de estar!