jueves, noviembre 11, 2004

El sueño de todo currito...


Ayer un compañero de la central, mano derecha de nuestro jefazo, cumplió el sueño de todo currito... llegó después del puente, entró en el despacho del “supremo”, puso el móvil, el portátil y las llaves del coche encima de la mesa y dijo: “Adios, me voy... no, no quiero que me ofrezca más sueldo, me voy...”

Desde entonces el “supremo” está desaparecido en combate... creemos que está en la unidad de cuidados intensivos con una máscara de oxigeno en la cara y que tuvo en el momento de recibir la noticia algo del tipo: parada cardio-respiratoria.

Reconozco que siento envidia cochina!