martes, febrero 15, 2005

Una manía...

Tengo unas cuantas manías, lo admito, no es cuestión ahora de decir que una es perfecta que ya nos vamos conociendo, y me da en la nariz, que no va a colar. Una de mis manías es además de la higiene corporal, ya que no soporto los olores propios del desconocimiento de los beneficios del agua y el jabón, el resto de cuidados corporales, y sobre todo las manos. Desde pequeña he visto como mi madre cuidaba sus manos, finas, huesudas, con unas uñas largas y maravillosas. Se hacía la manicura con mimo y paciencia, y tenía unas manos que eran la envidia de todas sus amigas y conocidas.

Tal vez por eso yo he adquirido también el habito de ese cuidado que con tanto esmero prodiga mi madre a sus manos, y hago exactamente lo mismo. Me hago la manicura una ó dos veces a la semana. Cada día varias veces uso la crema de manos, por que trabajando entre tanto papel se resecan muchísimo, y además si es bueno hidratarse la cara, también ha de serlo hacer lo propio con el resto del cuerpo, no?

Las manos dicen mucho de las personas. Se puede saber mucho de alguien mirando sus manos. Puedes saber si alguien trabaja con sus manos, las tendrá llena de callos y pequeñas heridas. Un ama de casa las tendrá ajadas y estropeadas de tanto darle al estropajo. Una persona nerviosa y que de poca importancia a su aspecto las tendrá mordidas. Una persona nerviosa compulsiva, casi no tendrá uñas, por que se come hasta el hueso si le dejan. Es decir que con un poco de sicología parda, de andar por casa, y observando las manos y algún pequeño tic, se sabe bastante de alguien sin hacer mucho esfuerzo.

Desgraciadamente no he heredado las manos de mi madre, que tiene unas uñas perfectas, que nunca se le abren, y difícilmente se le rompen. Tengo las uñas mucho más frágiles que ella y las llevo de un largo relativamente corto. Pero no por ello las descuido. No tengo manos feas, no son de exposición como las de mi madre, pero puedo apretar la mano de cualquiera sin temor a que me clasifiquen como descuidada, ó nerviosa, ó poco mirada con la higiene y el aspecto.

Me pone de los nervios la gente que además de llevarlas desmesuradamente largas y estropeadas, las lleva llenas de mierda. Si, como suena. Esa mierdecilla que se aposenta entre la carne y la uña, y que ennegrece el conjunto. Esa gente que parece que está intentando que crezcan plantas entre sus uñas, pues llevan estas llenas de barrillo, ó vete tú a saber que otro tipo de restos orgánicos. Esa gente me dan ganas de sacar la tijera y hacer un favor a la humanidad.

Y a los que se muerden las uñas, a esos, les daría un par de collejas. Y los que no se lavan las manos después de ir al baño, a esa gente, al paredón directamente. Que luego se ponen a comer con las manos llenas de porquería, claro que esta gente suele ser del tipo: no me lavo los dientes por que así tengo un tentempié entre horas. Puag!

En fin, esta es una mis manías, y vosotros, teneis alguna imagino, ¿os atreveis a desenmascarar cuáles?