¿Talla 38?

Algunas personas llevamos mucho tiempo convencidas que los modistos, la alta costura, las modelos, y las revistas dedicadas exclusivamente a hacernos máquinas perfectas estéticamente a las mujeres, son parte muy culpable en los graves trastornos de alimentación que sufren un número creciente de mujeres en el mundo occidental. A pesar de que teóricamente no pueden desfilar mujeres con menos de una 38 en la pasarela Cibeles, se constató gráficamente y emitió en tv un reportaje de que las modelos tenían una talla 36 y 34, cosa completamente amoral teniendo en cuenta que ninguna de ellas bajaba del metro setenta y pico. Las modelos de pasarela rayan la desnutrición, y son el espejo en el que se miran miles de adolescentes que quieren formar parte de algo que a priori parece tan glamuroso. La verdad es otra. Detrás de las bambalinas de las pasarelas existe droga, prostitución, mucha desnutrición, y trastornos graves como anorexia y bulimia.

Parece se que ahora el gobierno alarmado por los casos cada vez mayores en las consultas médicas de niñas, y niños, con estos trastornos quiere meter mano a la dictadura de la moda. Quieren unificar las tallas. Pero el problema es más grave. Mientras que las mujeres que desfilen ya sea con un tallaje verdadero de 34 o de mentira de 38, sigan siendo auténticos esqueletos con piel, sin caderas, sin pechos, sin culo, sin forma, más parecidas a un prepuber que a una mujer, el problema existirá.

Desde mi humilde opinión se fomentan varias conductas reprobatorias con esta tendencia estética. Primero se nos transmite el mensaje que las mujeres con cuerpos de mujer no son desables, que son más deseables las que se parecen a tú hermano pequeño, y eso me hace preguntarme ¿a todos los modistos les gustan los tíos y mejor si son menores de edad? A ver si espabilamos bonitas, por que está claro que casi todos los grandes modistos pierden más aceite que en la recolección de la aceituna, y obviamente les ponen los tios, así que buscan en sus modelos una determinada asexualidad, con los menores signos externos de feminidad. A ver si conseguimos tener un poco de cerebro y no nos dejamos engañar.

Se ha comprobado en una reciente comparativa que si actualmente te pones una talla 38 y entras bien en ella (sin tener que ponerte grasa para conseguir deslizarte dentro de esos paupérrimos pantalones) es que en realidad tienes una 36 standard. Y así con todas las tallas. Por eso me ha ocurrido de oscilar entre la talla 38 y la 42 en un mismo día de compras. Menos mal que hace años que tengo la azotea amueblada en este sentido, pero si tuviera 18 años seguramente estaría inmersa en un proceso de trastorno alimenticio. Y no, no me digan que la gente que cae en ello es una descerebrada y poco inteligente, les aseguro que sé de muy buena tinta que esto no es cierto, y además a determinadas edades aún estamos formando nuestra personalidad y nos afectan todos los factores externos.

Hacedme un favor, la próxima vez que vayais de compras, unicamente comprar aquello con lo que os sintais realmente favorecidas, guapas y sexy. No compreis por que esté de moda, eso es un flaco favor a vuestra autoestima.