martes, diciembre 21, 2004

La peluquería ilustrada

Me gusta ir a la peluquería. Es donde me empapo de la realidad social de este país. Entre las revistas de marujeo y las señoras que me ilustran, salgo de color rosa. Yo que entro allí relativamente desconectada del mundo de la prensa del cuore y salgo más puesta que la María Patiño.

Me entero en unas dos horas de los divorcios, noviazgos, embarazos, partos y demás cuitas sentimentales de los famosos, famosillos y personajillos que pululan por las televisiones llenando programas en cualquier franja horaria. Mañana, tarde y noche, nos bombardean con los últimos chascarrillos sobre Carmina Ordoñez (pero esa no estaba ya la pobre en el reino de los cielos?), su hijo Fran, su todavía mujer Eugenia, la Duquesa (que mujer más malpeinada, por eso voy yo a la peluquería no sea que cualquier día me digan que llevo su peinado). Claro que estando en una peluquería y saltando al ruedo la pobre Duquesa de Alba, que no la veo yo para mucho trote ya, tampoco podían dejar de mentar a la Baronesa de los cuadros, nuestra Tita la coleccionista. Fijaté igual que yo, coleccionista, sólo que ella colecciona cuadros y yo facturas de la hipoteca.

"Mira que tienen dinero las dos y van mal peinadas, con lo bien que podrían lucir estas mujeres de copete si me dejasen a mi usar en sus cabezas las tijeras y el peine" dice mi peluquera y yo pienso: pues si, para ellas sería pecata minuta, pero a mí me suena a sablazo cada vez que paso por caja bonita...

Pero claro no tengo en cuenta que además de cortarme el pelo y peinarme, me han instruido en la vida social del país y eso vale muchos euros, por que ahora me siento preparada para participar durante al menos una semana en cualquier conversación que sobre el tema del pasteleo nacional se desarrolle a mi alrededor sin poner cara de : quien es Zutano? y Mengano?

Que haría yo sin estás lecciones magistrales cada dos meses? ufff estoy deseando que pasen los dos meses para volver, no se si podré esperar... y es que ahora me voy a quedar sin saber si la Tita Cervecera (uysss perdón Cervera) usa rojo carmín de labios o rosa apasionado. No se si podré dormir, pero lo intentaré.