lunes, enero 10, 2005

I don't like mondays...

Como decía la canción, literalmente, los lunes son odiables y odiosos. Es el día de la semana que más cuesta levantarse, el que peor te sientes y encima al llegar a la oficina ves la cantidad de faxes que tienes sobre la mesa y la acumulación de emails y te preguntas: ¿en el resto del mundo no tienen fin de semana?

Así que aquí estamos un lunes más, con la mesa rebosando de papeles, y como no fumo, sin un mechero para organizar una Sanjuanada. No todo es malo eh? así estoy de lo más entretenida y no pienso en el hambre que tengo. Si, tengo hambre, un hambre de oso polar después de la hibernación, y por que? por que hoy empiezo una dieta depurativa de dos días, y es sistemático. En cuanto pienso que no puedo comer algo tengo un hambre patológica y pantagruélica que me consume el humor.

Sólo son dos días, dos días de calditos, yogures, piña, mandarinas y poco más, pero señores que 48 horas! Me las voy a pasar soñando con jamón de Guijuelo, queso curado, un buen chuletón, lubina al horno y demás exquisiteces. Que levante la mano aquel que cuando le han dicho que no podía, ó no debía comer algo determinado, no se ha puesto a salivar sólo con evocarlo.

En fin, todo sea por conseguir desinflarnos, que ahora parezco un globo aerostático por mi sóla culpa. Pero es que es tan difícil no pasarse en las fechas navideñas, al final por mucho que seas comedida siempre engulles más de lo que debes y claro luego toca la dichosa dieta depurativa, por que amigas, el verano y el bikini están a la vuelta de la esquina, yo os aviso.