martes, enero 18, 2005

Segundo día de rebajas

Como estoy oliendo a nubes, y la perspectiva de ir ayer a sudar al gimnasio me provocaba retorcijones imprecisos en el estómago, y además notaba una cierta laxitud en todo mi cuerpo, pues decidí hacer peyas gimnásticas, y dedicarme a mirar los escaparates de diversas tiendas. Mentalmente me engañaba a mí misma diciendo que era una forma de pasear, y a la vez acallar la mala conciencia por saltarme un lunes el gimnasio, recordándome que quien mueve las piernas mueve el corazón.

Me coloqué los cascos de la cosita esa pequeñita que llaman MP3 y que lleva más canciones que el repertorio de Rapahel en sus entrañas, y con paso garboso me fuí dando un paseo por el centro de la ciudad. Finalmente y como en la Gran Vía todo lo que hay supera ligeramente la capacidad monetaria de una servidora, me encaminé hacia el nuevo centro comercial que abrieron antes de Navidad.

Entrar en un centro comercial, aunque sea lunes y ya hayan pasado las navidades, es una temeridad. Yo me pregunto si nadie tenía cosas mejores que hacer, ni familia que atender, ó programa cutre de televisión que ver, por que parecía que sabían que yo iba de compras: "oye que Mak va a ir a mirar tiendas, que os parece si vamos para se fastidie un poco?" y todos a coro: "ahhh pues vale, vamos a darla por saco". Y efectivamente, allí estaban todos, y si alguno faltaba sería por alguna causa importante. Yo que planeaba darme un paseo tranquilo, mirar las "gangas" con suma atención y encontrar incluso algún chollito del que sentirme orgullosa cuando lo estrenase, pero los hados estaban en mi contra.

Entré en Pepe Jeans, que estaba vacío, y claro enseguida me dí cuenta de por que estaba vacío. ¿A eso le llaman rebajas? pues yo diría que lo que hacen es cachondearse de las pobre ilusas que como yo que esperamos encontrar el jersey que tanto nos gustó a principio de temporada a un precio asequible. Pues no, oye que va a ser que no, que me voy a tener que fastidiar y tachar la dichosa tienda de mi lista definitivamente, que ni en rebajas tienen precios decentes, que parece que me echan en cara mi paupérrima economía cada vez que miro una etiqueta en esas tiendas.

La siguiente tienda de nombre desconocido también estaba vacía, con lo cual deduje que allí mejor ni entrar, pues me podía imaginar los precios. Obviamente es un termometro para saber si podrás adquirir algo en una tienda o no. Las tiendas vacias, siguen siendo caras. Las que se llenan de gente, esas son en las que vas a poder comprar algo, si todas esas marujonas que no trabajan y llevan allí horas te han dejado algo ponible que comprar, claro. Luego tengo que oir en la cola del pan a las señoras que ellas en Zara encuentran cosas monísimas. Claro, como no trabajas puedes ir a quitarnos a las pobres y sufridas trabajadoras cualquier trapo decente!

Así que os imaginais el final, si, acabé en Zara. Hasta las cartolas de gente. Una señora de talla XXL intentaba entrar en una chaqueta talla M, mientras el marido le decía: dejalo Zutanita, que no te sienta mujer, y la mujer decía: pues no me vale por muy poquito, eh?, mientras forzaba la prenda hasta el infinito, y no conseguía ni abrocharse el botón a la altura del cuello.

Pues nada, que finalmente acabé con un par de jerseys de cuello vuelto, uno en crudo muy claro (blanco roto para los más chics), y otro en negro, iguales, idénticos. Muy serios, muy útiles para el trabajo. No encontré nada espectacular, que me sentase como un guante y pareciese confeccionado para mí. Nada de colorido alegre que realzase el ovalo de mi cara, nada. Y es que soy de un optimismo desbordante (desinformada) si creo que voy a encontrar algo a mediados de enero y con las rebajas empezadas hace dos semanas. Pero al menos compré los jerseys a un precio módico y son prácticos.

Voy a tener que aprender a "customizar" mi armario, y transformar prendas de otras temporadas para darles mi toque personal e ir a la última por cuatro duros, pero creo que con esa capacidad se nace, y está difícil eso de hacerse. ¿Tendré que empezar a leer Elle, Telva, Cosomopolitan? uffff creo que mejor dejo la ropa como está, que a fin de cuentas limpita siempre voy.