Elena Miró

Si, si, si! por fin una pasarela de moda en Milán con mujeres de verdad, y no con spaguettis con faldas, aaaaaleluya! Que suenen las trompetas, que el coro de angeles cante, que los timbales resuenen!

Por fin una diseñadora, Elena Miró, ha hecho desfilar a mujeres de metro ochenta con una talla 42, 44, 46 y hasta la 48, que es lo lógico. Que una talla 34 o 36 está bien para una niña prepuber, pero para una mujer hecha y derecha, menos de una 38 es ser un palo, sin tetas, ni culo, ni caderas, ni sustancia. Basta ya de la tiranía de las tallas de niñas que todavía no tienen ni la regla. Estamos hartas de sentirnos como salchichones embutidas en tallas mínimas que ni se pueden poner niñas normales de 12 años. Yo reivindico mis medidas, y me niego a intentar entrar en una talla 36, no señor, que luego a ver como floto en verano en el mar. Además tiene que ser sumamente molesto pasarse 8 horas sentada en la oficina sobre puro hueso. Donde esté el airbag que yo llevo en las posaderas, que se quite el estilo fakir, todo huesos que se clavan hasta el infinito y más allá.

Y para celebrarlo hoy me voy a dar un homenaje de donuts, los de auténticos, nada de esa porquería light engañabobos. Viva las calorías. Elena Miró eres mi idola hoy!

PD: no había donuts ya, he tenido que sacrificarme y comerme un pinchito de jamón, ha sido tan grande el sacrificio que todavía me caen gruesos lagrimones por las mejillas...