martes, septiembre 07, 2004

Mama, yo también quiero ir fashion!!!

Se que ha pasado tiempo desde el reportaje de Vogue con nuestras ministras talantosas como reclamo principal.

Pero es que yo también quiero y es más, me merezco poder vestir como las “reinas del talante” en el reportaje de Vogue. Acaso no son ellas más rojas que el chorizo de Cantimpalo y sin embargo pueden acceder a ropa de marca? Entonces, si ellas defensoras de la igualdad económica, de que todos podamos disfrutar de los mismos beneficios, pueden llevar ropa de Gucci, a ver por que yo, proletaria donde las haya, no voy a poder? Creo que no estoy pidiendo nada fuera de tono, tan sólo me hago eco del talante que ahora inunda nuestro bendito país... y reivindico mi derecho a poder entrar en Gucci, Armani o Valentino en lugar de Zara, Mango y en ocasiones Máximo Dutti.

Además estoy muy influenciada por esas maravillosas revistas como mh mujer que vienen como suplemento los domingos con el periódico, y que tienen una sección de moda, para mortales comunes. Claro que cuando una se pone a mirar el precio de los monísimos conjuntitos que publicitan, y luego mira su bolsillo, se encuentra con que hay una incompatibilidad manifiesta entre ambos.

Así pues, o las revistas nos subvencionan a todas un reportaje estilo Vogue, para sentirnos con buen talante al menos un día, o se dejan de pamplinas y nos ponen reportajes realmente asequibles y no nos hacen babear ante ropa que nunca podremos ponernos, si queremos pagar la hipoteca.

No es que me importe si las ministras usan bragas de Dior o de Calvin Klein, lo que me molesta es que sus señorías socialistas me pasen por los morros que lo hacen, y que además se lo permiten gracias al sueldo que todos les pagamos... que se compren las bragas en el Carrefour como hace la inmensa mayoría de españoles de a pie, que no pueden ni siquiera pisar la alfombra de las tiendas de dichas marcas, mucho menos comprarse ni un tanga en ellas.


Deberían haber salido en un reportaje luciendo el chándal con tacón y comprando en el super del barrio para que se vea que son chicas de a pie, de las que te encuentras en la cola del mercado y te piden la vez... eso si que me hubiera tocado el corazoncito, hubiera pensado: mire usté, ministra y no se quiere colar ni nada... que tía!