viernes, febrero 25, 2005

Tono, Politono...


“Marca: tono, politono, solitono, real tono y podrás descargarte las mejores canciones del momento”, te dice una hipermaquillada megaescuálida y dentona presentadora de televisión, mientras hace que sus “contertulios” se degraden, rayando el ridículo, bailoteando al son de una de las canciones que tienes posibilidades de bajarte, por el módico precio de 0,90 Euros el mensaje + IVA.

Y eso cuando sólo es un mensaje, que algunos tonos necesitan dos y tres sms para descargarse. Muchísima gente gasta en esto su dinero, pobres no deben tener hipoteca. Es el fenómeno social que según los expertos causa más adicción en los últimos tiempos. Además de los tonos, está el tema de los mensajitos, que ahora todos los programas que quieran ganar su pequeña cuota de share, tienen lo que ellos llaman interactividad con los televidentes, que yo a eso le llamo: si eres gilipollas manda un mensajito para demostrarlo, anda chatín.

Antes era chic sostener un cigarro con cierta donosura entre los dedos, mientras intentabas emular la mirada y sonrisa de la Monroe, y la pose de Linda Evangelista, a la vez que sujetabas una copa en la otra mano, y procurabas no respirar metiendo tripita. Ahora eso es de lo peor, pareces una fumata compulsiva y encima con tendencia al alcoholismo. Si quieres estar a la última tienes que tener un móvil último modelo, con cámara de fotos mínimo. Y en los lugares de moda tienes que pasear riéndote como loca, con el artefacto en la oreja, y dicendo: ayyy cielo que cosas tienes! Aunque estés hablando con el contestador de tú casa. Pero el detalle imprescindible es que en tú móvil suene la última melodía de moda: antesssss muertaaaaaaa que sin siiiiiiiiiiiiilla!

Y lo más, es dejar el móvil encendido si vas al teatro, ahí fijo que te mira todo el mundo, que en el cine ya se han acostumbrado, pero en el teatro todavía se horrorizan. Pero recordad, para que el efecto sea completo es imprescindible que sea un móvil última generación, no vale el que te regalan con los bricks de zumo. Y no os olvideis que la gente más en la onda deja siempre a la vista su móvil, para que observeis su poderío económico. Pero si teneis un motorola que os regalaron al domiciliar la nómina en el banco, mejor lo dejais en el bolsillo, que no es cuestión de hacer el ridículo a vuestros años.

Así que ya sabeis, sacaros el puñetero cigarro de la boca, que no está de moda, y gastaros lo que os ahorreis en nicotina, en la última adicción de la humanidad, que sólo se sabe que frie las neuronas a fuego lento, pero ¿y lo que habreis fardado hasta tener los sesos al ajillo?